La prevención es lo más importante para conservar nuestra salud. Todos sabemos que es mejor prevenir que curar en cualquier especialidad de la Medicina. En Odontología, la caries es la enfermedad más frecuente y la que debemos prevenir con mayor atención. Su alta prevalencia y las múltiples secuelas de sus lesiones hacen necesaria una evaluación del riesgo de caries en los pacientes. No olvides que los estudios preventivos se realizan tanto en niños como en adultos. En primer lugar, debemos estudiar a cada paciente y realizar una identificación de los factores de riesgo que pueda presentar. Para ello, se estudian diversos factores como son las características de la saliva, la dieta o el nivel de higiene del paciente. En segundo lugar, debemos instaurar, según los resultados obtenidos, un plan preventivo. Se recomendarán tratamientos no invasivos para evitar el inicio de nuevas lesiones o el avance de las actuales. Este plan debe ser personalizado para cada paciente y describir unas pautas claras de las actividades que debe realizar. También se propondrá un plan de revisiones periódicas acorde con las necesidades de cada paciente. Dentro de la Odontología Preventiva existen algunos tratamientos mínimamente invasivos que nos ayudan a mantener nuestro estado de salud, como son los selladores de surcos en los dientes. Con todo esto, nuestro objetivo es promover la salud oral y fomentar su mantenimiento por parte del paciente contando con nuestro consejo profesional.