Cuando faltan uno o varios dientes, se deben reponer mediante una prótesis. Así recuperaremos la función y la estética que habíamos perdido y evitaremos que el resto de los dientes se muevan de su sitio. Las prótesis pueden ser de dos tipos. Pueden ser fijas, cuando se colocan y no se tienen que volver a quitar o removibles, cuando son de quita y pon y se tienen que quitar cada vez que se come para limpiarlas. Estas prótesis se sujetan en los dientes mediante diferentes anclajes (retenedores o ganchos) que las mantienen en su sitio para que no se muevan. Estos anclajes no dañan ni desgastan a los dientes pero siempre deben estar muy límpios para no provocar caries. Ahora vamos a ver qué tipos de prótesis removible existen. 1. Si hemos perdido uno o varios de nuestros dientes. Se las denomina prótesis parcial removible (PPR) porque reponen varios pero no todos los dientes de nuestra boca. En este caso, podemos reponer los dientes mediante dos tipos de prótesis removible. Una sería fabricada toda en acrílico (plástico) y tendría todos los retenedores necesarios para anclarse en los dientes. El otro tipo se confecciona con una estructura de metal sobre la que se montan los dientes que queremos reponer. Son las que se suelen llamar prótesis esquelética o esqueléticos. 2. Si hemos perdido todos nuestros dientes. En este caso se confeccionan las prótesis completas en acrílico que reponen todos los dientes. Respecto al mantenimiento de las prótesis removibles es muy importante su limpieza. Cada vez que se coma debemos limpiarnos los dientes y limpiar la prótesis. De este modo no se provocarán caries y mantendremos nuestra boca sana. Si alguna vez notas que la prótesis se mueve o te roza en algún sitio acude a tu dentista para que la vuelva a adaptar y la puedas llevar confortablemente.